1. Engrasar el molde con mantequilla. Licuar cinco rebanadas de piña, sin que se hagan puré. Reservar.
2. Batir la mantequilla hasta que esté cremosa. Y sin dejar de batir, la leche, la piña licuada y el ron.
3. Acomodar en el centro del molde una rebanada de piña y alrededor las mitades. Intercalar las cerezas.
4. Colocar encima una capa de la preparación anterior y acomodar en el molde 20 soletas con la parte plana hacia adentro.
5. Agregar otra capa de crema, otro tanto de soletas y seguir así, sucesivamente, hasta terminar con la mezcla.
6. Cubrir el molde con papel de estaño y congelar. Desmoldar el pastel, pasando alrededor un cuchillo delgado.
7. Colocar papel de estaño en un plato.
8. Voltear encima el molde y esperar cinco minutos a que el pastel se desprenda.
9. Ponerlo al platón en el que se va a servir y congelarlo hasta el momento de llevarlo a la mesa.
Sólo una rebanada pequeña por porción.
